Osho tiene una plática muy interesante sobre cómo el estado emocional en el que nos encontramos es fundamental para aprovechar nuestros alimentos.
A continuación te comparto un fragmento adaptado por un amigo muy cercano y leido por mí…
El estado de nuestra mente cuando comemos es mucho más importante que lo que comemos. La comida te afectará de manera diferente si comes gozosamente, felizmente, o si comes cuando estás lleno de tristeza y preocupación. Si estás comiendo preocupado, entonces hasta la mejor comida tendrá un efecto venenoso. Y si estás comiendo con alegría entonces es posible que algunas veces hasta el veneno no pueda tener un efecto total en ti.
Vivimos preocupados las veinticuatro horas del día. Es un milagro cómo el alimento que comemos nos nutre a pesar de que no elegimos los mejores platillos, y los comemos sin paz, sin gratitud. Pero nuestro cuerpo es un milagro, y busca la salud aun en condiciones adversas.
En nuestras casas la mesa del comedor es a veces el sitio más sombrío. Hay comidas en que todos los conflictos no hablados se quedan en el aire, en el silencio lleno de ira entre personas que se lastiman sin quererlo, por falta de conciencia, por vivir inmersos en preocupaciones.
Cuanto más feliz y gozosa, y más relajada y sin preocupaciones pueda una persona tomar su alimento, más se convierte su comida en la comida correcta. Si no te encuentras en ese estado, entonces es mejor esperar hasta que lo estés y no comer por un rato. Cuando la mente y el corazón se encuentran totalmente listos, sólo entonces debería uno tomar sus alimentos.
Con todo mi amor, Cocó
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