
No tenemos por qué permitir que nuestra salud y nuestro sentido de bienestar sea dictado por un número.
Hace días que me siento bien con mi cuerpo. Tranquila. Sana. No “grande” ni “pequeña”; solo bien. Y lo que es mejor: sexy.
Pero hoy entre a un gimnasio 🏋🏻♀️ de una conocida y jugando, me ofreció la báscula que mide todos los índices corporales habidos y por haber. Me subí nerviosa, consciente de que un sólo número tiene mucho poder en mí.
Y así fue. Los datos que me entregó están basados en estándares que no conozco, en medidas de salud que son estrictas; en porcentajes que otros han delimitado. No conoce mi cuerpo, mi familia, mis caderas. 💜
No me dijo: ¡Estás fabulosa! ¡Vas bien! ¡Cada día estas un poco mejor y más en paz! Nada de esto. ⚖️ Me entregó unos números que pretenden decir más de mi salud que cómo yo siento mi cuerpo, y yo permití que me afectaran.
“Tu IMC perfecto, pero fíjate en tu porcentaje de grasa”, me decía ella. Y yo pensando: “pero me he sentido tan bien 😞, pero así son mis caderas y las piernas de todas las mujeres en mi familia.”
Y nos fuimos. Sin pena ni gloria. Con la reafirmación de que la báscula definitivamente no es la mejor herramienta para todos nosotros; y muchas veces es un disparador de emociones y patrones muy negativos.
Lo más importante es poner atención al cuerpo; a cómo nos sentimos, a cómo nos movemos, a cómo dormimos y sobre todo a cuánto reímos.
Ahora tengo esta hojita frente a mi y me mortifica un poco. No puedo animarme a romperla pero tampoco quiero hacerle mucho caso…
Quiero olvidar lo que su dictamen me hace sentir y reconectar con lo que siento y conozco mejor que nadie más: mi cuerpo. Te quiero, le digo. Gracias. Este fue un fin agetreadísimo y aún así sales fuerte.
Te deseo que uses las herramientas que te sirven y te hacen sentir bien; solo esas.
Con amor, Cocó 💜
Te invito a leer:
💜 NO VALGO MÁS SI OCUPO MENOS ESPACIO EN EL MUNDO
💜 POR QUÉ DEBES ALEJARTE DE LA CULTURA DE LAS DIETAS
Leave a Reply